Al ritmo de Naranjita de Sucre

Me imagino que las cuerdas de ese violin deben ser reemplazadas cada vez que acaba un concierto. Mis amaneceres han reemplazado el sonido de Gal Costa o Los Angeles Negros, por los de Naranjita de Sucre, esto no ha sido por propia voluntad: cada vez que viajo la escucho en las combis. Sin duda, esta señorita con voz chillona y aquel malabarista del violín, cuentan con una enorme legión de fans en esta región.

Soy ignorante acerca de la música vernacular, sin embargo, puedo apreciar que existen diferentes ritmos entre ellos y cada uno de ellos provocan sentimientos diferentes. Algunos coros están entrando a formar parte de mi repertorio de tarareos, y en algunos casos mis pies desean seguir su ritmo.

Por cierto, para conocimiento de mis amigos costeños, si quieren experimentar ritmos con emociones, Ayacucho es el mejor lugar. Cuenta con un par de buenos lugares donde se expone musica latinoamerica, cuyo efecto en el auditorio, provoca acompañar el ritmo de su musica a través del baile. Me comentan que la movida del rock subterraneo tuvo su auge años atras; en fin, por todos lados se respira música, para todos los gustos.

Hoy es sábado, y saldré a escuchar musica. Si alguien se anima a dar una vuelta por la bella Huamanga, me encontrará todos los sábado en la barra de Los Balcones, conversando con el barman, salvo viaje o enfermedad.

Ayacucho, 06 de Agosto 2005